El Galeón español

Tras el descubrimiento de América en 1492, las naves que se emplearon para los viajes oceánicos, se presentaron insuficientes para la inmensa actividad que se abría con América y Filipinas, y se hizo necesario diseñar y construir un nuevo tipo de navío con mayor capacidad de carga. Este fue el Galeón español: un barco mercante de 500 a 1.200 toneladas, de varias cubiertas, armado y de 40 a 60 metros de eslora, diseñado para cruzar el Atlántico y el Pacífico con máxima eficiencia. Podían transportar hasta 150 personas entre oficiales, marineros, soldados, mercaderes, pasajeros y familias, que convivían con los animales vivos embarcados, en apenas 1,5 m² de espacio habitable abordo por persona.

Fueron los barcos de la llamada Carrera de Indias: sistema de rutas que unía España, América y el Pacífico, a través de las denominadas flotas de Nueva España, Tierra Firme y los galeones de Manila. Las flotas americanas estuvieron compuestas por 10 a 30 galeones, aunque algunas llegaron a contar hasta con 70 navíos, que navegaban en convoy escoltados por barcos de armada para garantizar su seguridad y defensa.

En sus viajes de ida desde España los galeones iban cargados de productos básicos para las colonias de ultramar, como trigo, aceite, vino, paños, tejidos, armas, herramientas y otros productos europeos. Sin embargo, en sus viajes de vuelta de América y Filipinas, venían cargados de valiosas mercancías americanas y exquisitos productos de Oriente: oro, plata, marfiles, sedas, piedras preciosas, etc., que hacían de su carga un fabuloso tesoro, codiciado por piratas, corsarios y otras potencias extranjeras.

Tormentas, huracanes, vías de agua, naufragios, enfermedades o ataques piráticos formaron parte de la historia de estos galeones y sus constantes amenazas. La vida de su tripulación estuvo siempre a “tres o cuatro dedos de la muerte, que es el grueso de la tabla de un navío”, y muchos de ellos encontraron su sepultura en la mar. Fue el más alto precio de siglos de navegación por los grandes océanos.

Los galeones españoles y su sistema de flotas comunicaron América, Asia y Europa durante tres siglos, cubriendo la línea de navegación más larga en extensión y duración que registra la historia de la navegación. Con ellos las dos “mitades de la tierra” se unieron y se conocieron, transportando en sus bodegas mercancías, hombres, culturas, ideas y estéticas procedentes de los grandes continentes del planeta, hecho único en la historia e inicio de la relación entre culturas.