La Nao

Las naos, eran barcos de mayor porte que las carabelas. De origen cántabro, nacieron como consecuencia del aumento del comercio marítimo y la necesidad de mayor capacidad de bodega. Es el resultado de la evolución de la construcción naval y la pericia de los carpinteros de ribera de la época para superar las prestaciones de los barcos que construían, que a lo largo del tiempo fueron mejorando en navegabilidad, estabilidad, velocidad, y capacidad de carga. La nao, se derivaron de las “cocas” a las que añadieron una vela latina en popa.

Contaban con tolda, toldilla en popa y castillo en proa, tenían un buen francobordo y superestructuras altas y amplias bodegas. Como necesitaban tener el mínimo calado posible, tenían la máxima manga prácticamente en la línea de flotación, por lo que se veían obligadas a reducir la manga en cubierta principal y aún más en el castillo, tolda y toldilla. Arbolaban velas cuadras en palo mayor y trinquete, y en el mesana, vela latina. Marcaron época en la navegación transoceánica, y fue el primer barco que mantuvo un comercio marítimo de envergadura, gracias a la capacidad de sus bodegas.

Protagonizaron cientos de expediciones marítimas que en los siglos XV y XVI exploraron nuevos mundos y recorrieron los océanos del planeta. Algunas de las más célebres naos de la historia fueron la nao Santa María en la que Cristóbal Colón protagonizó el descubrimiento de América y la Nao Victoria que dio la Primera Vuelta al Mundo.