Soy Javier y vengo a contar la experiencia que he tenido en el Galeón Andalucía en una travesía, que más que una travesía, ha sido una aventura que muchos querrían vivir pero poco son los afortunados que pueden contar esta aventura.

Todo empezó una mañana que salimos a la mar, desde la ciudad Nantes a Saint-Brieuc. Fue algo que nunca podré olvidar, pero no solo esa navegación sino todas las posteriores. He comprendido que navegar en un barco del SXVII, es recordar las hazañas que los marineros españoles realizaron.

Esta navegación fue especial, porque fue la travesía donde más aprendí y más crecí como persona, sobre todo y gracias a los consejos de mis compañeros pude hacer mi función correctamente, que era proteger el barco con las defensas. Exactamente estaba en la tabla de Jarcias Mayor  de Babor. Al salir por la esclusa, por la que apenas teníamos de margen unos metros. Yo estaba preparado para cualquier cosa menos para que el barco rozara con el muelle, y casualidades de la vida, gracias a mi pericia con la defensa evite la colisión del barco contra el muelle.

La navegación durante el día se hacía muy amena y sentía que es realmente lo que a mi me gusta, la vida, cuando la disfrutas se te pasa en un momento, y más cuando mi tripulación es como una familia que está en los momentos buenos y malos, ahora me voy  a terminar mis estudios, pero estoy seguro de que volveré y con el objetivo de quedarme, ya que quiero hacer de este barco más que un trabajo, mi casa.