Fuente: Nº 12 de la Revista EXVOTO. Artículo escrito por Ignacio Fernández Vial, Investigador, diseñador y constructor de réplicas de barcos históricos.
La palabra exvoto procede de la frase latina que significa «a consecuencia del voto», y consiste en una ofrenda que se realiza a Dios, a la Virgen o a los Santos, en recuerdo y gratitud por un beneficio recibido en la mar. Es decir, es una muestra de agradecimiento y de esperanza y que antes o posteriormente al hecho, se representa en varias modalidades.
QUIÉN FUERA A LA MAR QUE APRENDA A REZAR…
A lo largo de la documentación y las crónicas de expediciones marítimas de todo tipo, encontramos continuas referencias a la vinculación de los hombres de mar a sus advocaciones, muchísimas de ellas marianas, a las que imploraban amparo en sus largas y muy a menudo, peligrosas travesías, como leemos en estos párrafos:
Antes de hacerse a la mar, su patrón le decía, señores recemos y digamos que buen viaje hagamos, a la Virgen de las Nieves, abogacía de esta embarcación: el Señor nos de buen viaje y buen tiempo y nos lleve a puerto de salvamento.
Imploraban y se encomendaban con fervorosa emoción en momentos de peligro diciendo Madre mía ayúdanos. En las noches cerrada y duras en plena y dura tempestad, los marineros repetían, antes de subir a lo más alto de la jarcia, en la más absoluta oscuridad: Madre mía mándame un relámpago para ver donde me agarro.
De nuevo en tierra, iban siempre a visitar a la Virgen de su devoción, a darle gracias por haber podido regresar y si el viaje había sido malo y les había azotado una dura tempestad, les llevaban botijas llenas de aceite para las lámparas y le hacían promesas, yendo alguno desde el muelle desnudos de cintura para arriba, otros mudos sin hablar hasta llegar al santuario, y otros descalzos, en cumplimiento de lo que habían prometido.
La práctica de exhibir maquetas de barcos en las iglesias como exvotos se remonta a la Edad Media y parece haber sido conocida en toda la Europa cristiana, tanto en países católicos como luteranos. El barco votivo más antiguo que se conoce en Europa es un modelo de barco español del siglo XV.
El material para la construcción de los exvotos iba desde los metales nobles oro y plata, hasta los humildes como la madera o el lienzo. De los primeros puede decirse que son auténticas piezas de orfebrería, pero sin embargo, no suelen ser excesivamente respetuosos con las características de la nave que tallan o labran los orfebres. Mientras que los de madera, tanto en barcos tridimensionales, como dibujados o pintados en cuadros, con mayor o menor acierto artístico del autor de la obra, en muchos de los casos apreciamos más fielmente que se pueden ver las características de la embarcación que protagoniza el exvoto: sus formas, cubierta, arboladura, velas y jarcias.
En este trabajo, limitado por su extensión y dirigido a un lector no especializado, a lo que se añade que lamentablemente son pocos los estudiosos de exvotos marinos que han publicado sus trabajos y en tiradas muy pequeñas, hacemos una exposición sobre los exvotos subdividiéndolos en realizados en madera, pintados en tablas o lienzos, y los fabricados con metales nobles.
EXVOTOS EN MADERA
Se pueden ver en lugares sagrados, generalmente situados en localidades cercanas a la mar, con puertos de mayor o menor tamaño, que cuentan con una rica historia marítima. No creo que haya mejor manera de dar a conocer estas muestras de agradecimiento de un hombre de la mar que estas ofrendas. Veamos algunos de ellos.
Exvotos primitivos
Denominamos exvotos primitivos a aquellos que son anteriores al siglo xvii. Los dos que tenemos en España, uno de ellos al que hoy llamamos Coca de Mataró, es el exvoto más antiguo que se conoce en el mundo cristiano. El segundo, es el muy andaluz Galeón de Utrera.
Sorprendentemente, ambos son piezas de altísima calidad. Se trata de dos modelos de barcos, coca y galeón, construidos por artesanos que, sin lugar a dudas, conocían perfectamente la construcción naval de su época, bien porque eran carpinteros de ribera o porque eran hombres de mar con muchas millas navegadas.
La coca es una obra sencillamente genial: el casco, el castillo de proa, la tolda, la toldilla, las cubiertas, la amuradas y pasamanos, el timón, el mástil, la entena, las velas aferradas, la cofa, la jarcia firme y de labor y la motonería, son fi eles a sus dimensiones, y están hechas firmes en aquellos puntos que son necesarios para que el aparejo sea maniobrado con facilidad y ejerzan su función perfectamente. Si queremos poner una pega a este exvoto, no es otra que el francobordo y la altura excesiva de su superestructura, pero estos detalles eran exagerados, probablemente porque el
exvoto estaba diseñado para ser exhibido colgado a un cierta altura.
Fig. 1. Exvoto Coca de Mataró. S. XIII-XIV. Original en el Maritime Museum Prins Hendrik, Róterdam.
También consideramos una obra maestra el exvoto del Galeón de Utrera. En él vemos uno de los primeros galeones construidos en España, que si lo observamos con detenimiento, no era otra cosa que una coca, evolucionada y mejorada con el paso del tiempo.
Las proporciones del barco, sobre todo de cubierta hacia arriba, son exageradamente altas, al igual que vimos en el exvoto de Mataró, por lo que consideramos que debía de ser el procedimiento habitual de construcción del modelo de una nave en los siglos que estamos tratando.
Fig. 2. Exvoto Galeón de Utrera. 1550. Santuario de Nuestra Señora de la Consolación de Utrera (Sevilla).
Exvotos colgados
Se caracterizan por tener la línea de flotación tremendamente baja, dando una sensación lógica de inestabilidad. Esto fue originado porque la carena viva o fondo, que es lo que se ve desde abajo, resulta monótono y falto de gracia. Asimismo, se exageraban todas aquellas medidas, que como las verticales no pueden verse sino disminuidas por la perspectiva. Así pues, estos exvotos tienen una arboladura exageradísima y una superestructura enorme que, por otra parte, sirven para vestirlo de toda suerte de adornos y pintura.
Fig. 3. Exvoto de una fragata de 10 cañones, por banda. Segunda mitad del siglo XVIII. Santuario de la Virgen del Mar, Santurtzi.
Fig. 4. Exvoto de un clíper. Siglo XIX. Iglesia de Saint Nicolás de Sauzon en Belle Île en Mer.
Exvotos sobre tarima
Son los exvotos que quedan expuestos sobre un altar, mesa, tarima o en vitrinas. Suelen ser los más precisos en su ejecución, y esto está motivado porque el observador lo tiene a su altura, por lo que se tiene que cuidar y mucho, todos los detalles de la obra. El casco del barco tiene que ceñirse a sus dimensiones reales, lógicamente a su escala. La cubierta y sobre estructura —los detalles que más atraen al público—, deben de estar construidos con el máximo rigor histórico. Por supuesto, de ser un exvoto de vela, que son la gran mayoría de ellos, las dimensiones de sus palos, motonería y grueso de su cabullería, deben ser fabricados con la mayor fidelidad posible, para así no romper el equilibrio del modelo.
Fig. 5. Exvoto de una fragata, con 8 cañones por banda. Principios siglo XVII. Iglesia Santa María de Deba, Guipúzcoa.
Fig. 6. Exvoto de la corbeta Bélgica, 1911. Patrimonio de la Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío de Almonte.
Un ejemplo precioso de este tipo de exvotos se conserva en el Patrimonio de la Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío de Almonte. Se trata de una maqueta de la corbeta Bélgica, que el año 1911 el príncipe Luis Felipe Roberto, duque de Orleans, regaló a la Virgen del Rocío por el feliz desenlace de sus viajes por el Polo Norte. Un modelo de su propio navío con el que acababa de regresar de su increíble navegación a aquellas regiones árticas bajo el amparo de Nuestra Señora. Desde entonces, el exvoto estuvo colocado en el pilar del lado derecho del presbiterio de la antigua ermita del Rocío, protegido por una vitrina con la siguiente leyenda: «A N.D. del Rocío. Exvoto. Le Duc D’ Orleans. Campagnes Polaires Artiques. 1905-1909».
El modelo era una reproducción exacta al original, a escala 1:36, en todos los detalles de su casco, cubierta y arboladura, hasta en aquellos que representaban los equipos que sobre cubierta llevaban para las mediciones y toma de datos científicos.
Exvotos de metales nobles
En Andalucía son varios los exvotos de plata que pueden ser vistos en santuarios y otras iglesias, en museos o en instituciones privadas, como es el que fundamentalmente nos mueve en este escrito, concretamente el Exvoto Real, del Patrimonio de la Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío de Almonte.
Ya hemos hecho una breve reseña de los construidos en madera, y hemos mostrado algunas imágenes de ellos, para así introducir a los lectores ajenos a esta disciplina, en este «tesoro oculto» que mueve a los hombres de la mar, a seguir los consejos de un dicho tan popular como es aquel que dice que «para salir a la mar, hay que saber rezar».
Generalmente, los barcos que podemos ver en plata o en cualquier otro metal noble, son muy idealizados, excesivamente barrocos, desproporcionados en su conjunto y siempre dándole a su arboladura un protagonismo destacado con respecto al barco en sí.
Todos estos detalles constructivos hacen que en la mayoría de las piezas con las que contamos, se haga muy difícil poder definir con cierto rigor histórico, qué tipo de nave es la que tenemos a la vista. Por las formas del casco, podremos hacernos una idea aproximada del barco que el platero ha ideado, pero están tan idealizadas, que ni aún los mejores conocedores de la historia de la construcción naval, han sido capaces de definir con claridad la tipología de algunas de estas naves. Hay muchas versiones, pero nosotros tenemos claro que es muy atrevido darles nombre a los cascos de estos exvotos. El arte del artesano, creado para dar belleza a sus trabajos, supera en mucho a la frialdad del diseñador naval.
Fig. 7. Galeón de oro y cristal en la mano de la Virgen de Consolación de Utrera, 1579.
Fig. 8. Virgen del Buen Aire, 1606. Palacio de San Telmo, Sevilla.
ANÁLISIS DEL EXVOTO REAL DEL PATRIMONIO DE LA HERMANDAD MATRIZ DE NUESTRA SEÑORA DEL ROCÍO DE ALMONTE. S. XX
El casco del barco
Al igual que la mayoría de exvotos construidos con metales nobles, es muy difícil, incluso yo diría que atrevido, poder definir qué tipo de nave quiso representar el orfebre autor de esta espléndida obra.
Queda claro que las formas del barco son idealizadas, parece ser que pudiera ser un galeón, pues lleva toldilla a popa, castillo a proa, amplia cubierta castillo y a proa un llamativo mascarón. Por supuesto, no afirmamos nada, es una simple conjetura, una opinión formada a partir de indicios o datos incompletos o supuestos.
La arboladura
Muy bien definida. De proa a popa: generoso bauprés, palo trinquete, y mayor con tres vergas cada uno de ellos, y un palo mesana con entena y botavara.
Velas
Saca al viento tres velas cuadras en los palos trinquete y mayor, un foque en el bauprés, y cangreja en el mesana. Estas velas sí nos ayudan a darle nombre al barco, al llevar cangreja en el mesana nos vemos obligados a desechar que fuera un galeón pues estos aún llevaban a popa vela latina, por lo que nos alejamos esta suposición a pesar de que el casco, remotamente se parezca al de un galeón español Si nos dejamos guiar por el velamen, bien pudo ser un navío o una fragata. Estos generalmente en la sobremesana solía llevar dos vergas con sus velas cuadras, pero en los barcos de este tipo menores, bien pudo suprimir el sobre mesana, sacando al viento únicamente la cuadra. Lo que si queda claro es que este exvoto es una maravilla, y me atrevo a sostener que de entre todos lo que tenemos constancia, ninguno de ellos llega a su nivel, es inigualable.
Fig. 9. Exvoto Real del Patrimonio de la Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío de Almonte, S. XX.
EXVOTOS EN LÁMINAS
El conjunto de los exvotos del Santuario de Nuestra Señora de la Roca en Montenegro, se puede considerar único, ya que no existen iglesias de la cristiandad ni ningún otro lugar del mundo, que conserven una colección tan imponente de láminas de plata que datan desde el siglo XVII al XVIII. 220 láminas componen la colección de sus exvotos marinos en los que podemos ver 30 tipos de embarcaciones diferentes.
Los artesanos que crearon estas imágenes votivas, consiguieron representar a los barcos que protagonizan estas láminas con un realismo sorprendente. En la gran mayoría de los casos, se puede definir el tipo de nave que protagoniza cada una de estas tablas. En las imágenes que a continuación vamos a ver, se definen detalles constructivos, con perfecta claridad, como la tablazón del forro de la obra muerta del casco, destalles del espejo de popa y del tajamar, las troneras que llevaban por banda, los palos y sus vergas, todos ellos respetando sus proporciones con respecto a los otros que arbolan, las bien trazadas velas, en las que podemos ver cómo iban cosidos los paños que las conformaban, y si llevaban boneta o no. Resumiendo, tal perfección llegan a alcanzar estos exvotos, que nos atrevemos a afirmar que los barcos que aquí podemos ver superan, en ocasiones, a muchas de las naves votivas tridimensionales, talladas en madera, que se ven en algunas capillas.
Fig. 10. Nao y fregadón veneciano, con todas las velas al viento, S. XVIII.
Fig. 11. Fragata campeando temporal. S. XVIII.
Fig. 12. Tartana arrojando toneles al agua en tormenta. S. XVIII.
Exvotos pintados
Los exvotos pictóricos tienen la particularidad de ser fi el reflejo de los momentos angustiosos vividos en alta mar por sus tripulantes. El dramatismo que emanan viene apoyado, en ocasiones, por el relato de los hechos a pie de cuadro. Algunos de ellos son tan fi eles a la realidad de lo acontecido que es posible reconstruir los pormenores del accidente y el desenlace supuestamente milagroso del mismo. Son testimonios conmovedores de la piedad y fervor religioso que profesaban las gentes de la mar, en ofrecimiento a un naufragio evitado.
El planteamiento de los exvotos, en cuanto a su composición, se subdivide muy claramente en tres espacios horizontales:
El inferior lo componen el texto del suceso ocurrido, la descripción del milagro y las promesas hechas por los tripulantes del barco en peligro.
En el central, el barco, y sus marineros faenando en apuros y generalmente, una mar muy brava.
En la superior, el cielo, y a la izquierda la imagen de la Virgen, rodeada de nubes y separada del cuadro. Esta imagen en términos artísticos se conoce como «Rompimiento de Gloria».
En España, la primera lámina de exvoto que se conoce es del año 1639, y ya no dejan de ser entregadas a centros religiosos hasta a muy a finales del siglo XIX.
Fig. 13. Navío capeando un fuerte temporal, 1821. Musée D’Aquitanea.
Fig. 14. Nao en tormenta, 1715. Ermita del Santísimo Cristo del Planto (Santa Cruz de La Palma).
Fig. 15. Flota saliendo del puerto. S. XVIII. Santuario de la Virgen del Camiño, Muros.
Fig. 16. Goleta llevada por tormenta contra la costa. Convento de Santa Magdalena, Palma, 1807.
Entre el patrimonio artístico del Santuario de la Virgen del Rocío, existe un exvoto anónimo realizado en óleo sobre lienzo, de gran calidad artística. Se trata del único exvoto marino de este tipo perteneciente a la Hermandad. Lamentablemente, su leyenda está prácticamente ilegible, pero en él se puede ver cómo los tripulantes de un barco tratan de escapar de un posible naufragio, embarcando en su bote auxiliar. La Virgen del Rocío, a cuyo favor se acogieron aquellos hombres, se encuentra representada en el margen superior izquierdo.
Su fecha tampoco puede leerse en la leyenda pero algunos investigadores apuntan al siglo XVIII y otros al XIX. Dada la tipología del barco que representa, nos inclinamos a pensar que es de finales del XIX, ya que se trata de un falucho mercante de aquella época, que arbola vela latina en los dos palos y foque en el bauprés, y con cubierta corrida, por lo que probablemente no debía de ser de mucha eslora.
Fig. 17. Exvoto marino pictórico con la Virgen del Rocío. Real del Patrimonio de la Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío de Almonte.
BIBLIOGRAFÍA
MEDINA SAN ROMÁN, M.ª DEL CARMEN. Los exvotos del Santuario de Nuestra Señora de la Consolación de Utrera, Ayuntamiento de Utrera, 2001.
PÉREZ MUÑOZ, SALVADOR. Exvotos Marinero de la provincia de Cádiz, Diputación Provincial de Cádiz, 1991.
VV.AA. Primeira Exposição Nacional de Painéis Votivos do Rio, do Maredo Além-Mar, Museo de Marinha, Lisboa, 1983.
VV.AA. México y España. Un océano de exvotos: gracias concebidas, gracias recibidas, Museo Etnográfico de Castilla y León, Zamora, 2008.
VV.AA. Tesoros de Montenegro. Los ex-votos del Santuario de la Virgen de la Roca, Real Alcázar de Sevilla, Venecia, 2012.
BOULLET, FRA NÇOIS y COLETT E. Ex-Voto Marins, Éditions Ouest-France, Renne, 1996.
—
Ignacio Fernández Vial es investigador, diseñador y constructor de réplicas de los barcos históricos de los XV al XVIII que protagonizaron la era de los descubrimientos y las grandes expediciones marítimas españolas, entre otros la carabela Pinta y la nao Santa María, del Quinto Centenario, la nao Victoria y el galeón Andalucía. Ha dirigido además las grandes travesías y programas culturales por todo el mundo de algunas de ellas, como la vuelta al mundo de la nao Victoria 2004-2006. Ha escrito numerosos libros, artículos y colaboraciones sobre historia marítima y sus barcos, materia en la que es especialista. Recibió la medalla de oro de la ciudad de Sevilla por su trayectoria profesional en el año 2022.