Hoy en día la mayoría de la gente no es consciente de lo grande que es el mundo o lo pequeños que somos nosotros. En pleno siglo XXI, donde el rey de los transportes cruza volando todo un océano en poco más de 8 horas es difícil tomar perspectiva.

Llevamos navegando una semana, las 24 horas del día y si miramos nuestra posición en la carta náutica nos quedamos asombrados de lo mucho que nos queda aún! Hay que decir que nuestro velero no es de carbono ni vuela sobre las olas a 25 nudos…pero saboreamos una navegación más clásica y pura. Con nuestra media de 150 millas diarias llegaremos a Puerto Rico en unos 15 días.

Esta primera semana, como sabréis, el tiempo nos está respetando, pero no es ninguna sorpresa. Vientos portantes de unos 15 nudos de media y una ola de aleta que ronda el 1,5 y 2 metros. Los navegantes somos amigos del buen tiempo y tomamos medidas para evitar las tormentas siempre que podemos. Estamos en el paralelo 17º N. Muchos os preguntareis por qué estamos bajando tanto si nuestro objetivo es cruzar el charco y Canarias está en latitud 28º N. La respuesta es sencilla. Por un lado la tierra es redonda y la distancia más corta es una curva, probadlo si podéis en un globo terráqueo. Por otro lado, está la “autopista” de los Alisios, una bendición de vientos que son más fuertes y estables en esta latitud. Colón esto no lo sabía y se mantuvo en su paralelo 28ºN lo que le alargó un poco su primer viaje.

La rutina abordo sigue de mientras. Las guardias van trabajando en el mantenimiento del barco. Algunos se suben a las alturas y otros bajan a las entrañas del barco. Quizás os extrañará porque un barco con menos de un año, como es nuestra réplica, necesita tantos cuidados… La respuesta es que la Mar ejerce un desgaste inimaginable y constantemente hay que estar luchando contra la corrosión, los roces, la humedad, la fatiga de los materiales… ¡sufrimos una media de 22.000 balances al día!

A medio día izamos la pequeña vela que va encima de la Mayor; se llama Gavia y nos ha dado un poco más de estabilidad, aún así las escoras van de 10º las más suaves hasta 45º cuando la Mar quiere jugar con nuestro cascarón.

Ayer hicimos un ejercicio de hombre al agua. Es una de las peores situaciones a la que nos enfrentamos en navegación. El barco va a vela y dar la vuelta para buscar al naufrago sería muy lento y complicado. De mientras la distancia aumenta y las probabilidades de rescate se van reduciendo rápidamente. ¡Una aguja en un pajar… y la comparación no es ninguna exageración! Por eso nuestro capitán nos ha recordado lo precavidos que debemos ser. Todos somos muy conscientes de ello. No obstante hay que recordar que la Nao tiene las bordas muy altas y solo cuando salimos de ellas corremos real riesgo de caída por lo que siempre llevamos el arnés puesto, aun así los ejercicios de seguridad son imprescindibles.

La pesca nos está regalando muchos Dorados, que son lo que en Mallorca se conoce por Llampugas, pero mucho más grandes. Pescar conlleva el limpiado y la elaboración de la pieza, una tarea no tan divertida como sacarlo pero necesaria. Hoy han salido dos ejemplares de unos 6 kilos  al romper el alba. Sin duda hoy hay pescado para comer! Fresquísimo.

En cuanto a mí, disfrutando del Atlántico y de mis compañeros de viaje. La Mar le regala a uno momentos mágicos. Disfruto mirando las olas, los peces golondrina, las estrellas, las velas portando como hace más de 500 años…

Un abrazo a mi familia y amigos, espero que todo les vaya bien por la isla.

Juanjo Capó

Latitud: 17º 09’ N
Longitud: 029º 30’ W
Rumbo: 260º