Domingo 19 de agosto, llegó la hora de recoger todo el museo y empezar a preparar el barco para
la navegación, eso significaba envigar la verga de la mayor y del trinquete. Cada vez la tripulación
nos conocemos más y realizamos las maniobras con mayor rapidez y eficacia, y ese día aún más ya
que teníamos ganas de poder cenar. La hora de salida del puerto de Cherbourg eran las 03.00, eso
quería decir que solo tendríamos unas horas de descanso antes de empezar a preparar la
maniobra de desatraque a la 01.00. Era de noche trabajábamos todos con los frontales, estábamos
libres del muelle y nos tocaba estar atentos porque teníamos que defender el barco ya que
pasábamos por una esclusa, pero salimos perfectamente.

Una vez salidos del puerto eran las 04.00 nos reunimos todos en el puente con el capitán ya que
empezábamos las guardias de navegación, a mí me tocó la guardia de 4-8, al principio de la
guardia habían risas incluso algunos bailes, a medida que avanzaba la guardia la gente hablaba
menos y cada vez estábamos más cansados. La guardia parecía interminable, cada minuto parecía
una hora pero entre todos los miembros de esa guardia la sacamos adelante. Una vez pasada la
guardia, la gente se fue a dormir sin desayunar un hecho muy extraño pero las ganas de dormir
eran mayores que las de comer, dormimos hasta la siguiente guardia que nos tocaba.

En la siguiente guardia, todo era diferente, la gente estaba de muy buen humor y el tiempo pasaba
volando, escuchábamos música y a la misma vez estábamos atentos al VHF por si nos llamaban.
Cada hora íbamos rellenando el diario de navegación y algunos bajaban a maquinas para chequear
que todo estuviese correcto. Antes de pasar la guardia a otros miembros de la tripulación el
capitán le quitó toda la velocidad y la inercia al Galeón y nos dijo que nos podíamos tirar al agua.
Tardamos poco en saltar al agua desde lo alto del galeón pero la corriente era tan fuerte que
apenas teníamos energía para saltar otra vez.

Tocaba la guardia de las 4 de la mañana, hacía mucho frío y aparte llovía y había una niebla que
no permitía ver a más de 100 metros de nuestro buque, así que el primer oficial nos mandó al
Tajamar para vigilar y observar las luces de los otros buques ya que ellos desde el puente no veían
nada. A parte, estábamos saliendo del Dispositivo de Separación de Tráfico y implicaba la
presencia de muchos barcos mercantes, estuvimos unas horas vigilando en el tajamar hasta que la
niebla se despejo y ya nos subimos para el puente. Solo llegar en el puente nos llamó Ocean Traffic
para identificar un barco que no nos salía en el AIS pero en el radar sí que nos salía. Lo estuvieron
llamando durante un buen rato pero el barco no se identificaba ni contestaba. Dormimos un par
de horas y nos despertaron ya que teníamos que empezar a subir la verga de la mayor, trinquete y
mesana. Al ir más rápido de lo esperado nos pudimos tirar otra vez al mar, mientras estábamos a
la espera del embarque del práctico. A la entrada del puerto de Sables d’Olonne había muchísima
gente y barcos que nos seguían nuestra estela parecía una fiesta nuestra llegada.

Cada vez quedan menos para llegar a España, ya tenemos ganas de llegar.

Marc Isla